Muchas empresas hoy día creen más importante estar al tanto de las nuevas tendencias que adaptarlas debidamente a su modelo de negocio. Un buen ejemplo de ello, sería el marketing de contenidos. Es imposible entrar en ninguna red social, sin encontrarse al menos con uno, dos, o tres posts que indirecta, o directamente, tratan de vendernos algún tipo de producto o servicio, algunos con más y otros con menos maestría, también hay que decirlo.

Por ello, para evitar de un lado la saturación, y de otro lograr el resultado que se persigue, se recomienda fijar previamente las metas de nuestra estrategia y ser muy específicos con ellas. No es lo mismo trabajar con Instagram que con Linkedin o usar tu propia página web como un foco que repite el mismo contenido en otras redes sociales. Las posibilidades (y las oportunidades) son infinitas.

El contenido perfecto: entretenido, informado y visual

Otro elemento que muchos olvidan es la necesidad de promover un contenido informado, entretenido y visual. Es una de las claves para ir del punto 1 al punto 2 con el marketing de contenidos. Con lo que, nuestro contenido deberá ser al menos:

1- Entretenido: entretener es clave en lo que se refiere al marketing de contenidos. El entretenimiento en este caso se traduce en ser ameno, directo y tratar de introducir la idea que se pretende en el menor número de palabras posible. Por supuesto el entretenimiento no se consigue solo por medio de las palabras.

De hecho cada día los videos y las imágenes constituyen un medio más rápido y atractivo para transmitir nuestra ideas, conocer a nuestros seguidores y hacer que un mayor número de personas compartan nuestro contenido.

2- Informado: la forma no es lo único que debe cuidarse en el marketing de contenidos. Aunque me atrevería a decir que la presentación es a veces tan importante como el tema que queremos discutir, es muy relevante añadir algún tipo de valor a la vida de quien recibe nuestro contenido.

Desde ayudarlo a llevar a cabo alguna actividad, hasta resolver un problema personal o mejorar su productividad. Si aún tienes dudas de cómo tu contenido puede informar o mejorar la vida de otra persona, trata simplemente de ponerte en su lugar como cliente y determina los problemas que te gustaría ver resueltos gracias a tu producto o servicio.

3- Visual: redes sociales como Instagram han crecido considerablemente durante los últimos años y gran parte de este crecimiento se debe a la facilidad para navegar con ella, y especialmente a su atractivo visual. Además las fotografías dan mucho juego, porque te permiten compartir una historia que puede ser “leída” en pocos segundos. Por ello debes de elegir cuidadosamente las fotos que publicas en Instagram, si es esta tu fuente de marketing visual, y crear cierta coherencia entre cada publicación.

De este modo, todas las imágenes que impliquen a tus seguidores en el proceso de fabricación o creación de un producto o aquellas que muestran el lado más humano de la empresa suelen tener un gran éxito.

Para aquellos que estan empezando, nos se desanimen, todos sabemos que Roma no se construyó en un día, y por eso tampoco puedes esperar que todo el contenido que publiques sea leído por una multitud de personas, o que eso se traduzca de la noche a la mañana en fieles seguidores.

Por eso hay que ser constante para crear una audiencia comprometida, y un contenido que al fin y al cabo hable de ti y de tu marca, implicando todos los elementos mencionados. Por ello, los mismos deberían seguir una planificación, que garantizara la regularidad de las publicaciones y su valoración por el lector. En resumidas cuentas, la calidad del contenido es primordial, mucho más de hecho, que publicarlo en grandes cantidades. Con lo cual, siendo este de buena calidad, y produciéndolo a una frecuencia que podrá variar dependiendo de los hábitos de nuestros seguidores, el buen resultado está garantizado.

En una buena estrategia de marketing de contenidos tampoco podemos dejar a un lado la necesidad de actualizarnos permanentemente. Esto implica tener en cuenta, desde las horas a las que es más apropiado subir nuestro contenido, hasta las últimas tendencias en temática y estrategia. El cambio es una constante con la que hay que lidiar permanentemente.

 

Control y difusión de contenido

Si queremos que nuestro contenido sea visto y extendido, otro factor a valorar en este sentido es nuestro medio de difusión. Todos somos consciente de que las redes sociales suponen un aliado imprescindible para alcanzar a nuestra audiencia deseada, aunque no tienen por qué ser las únicas plataformas para promover esta difusión. Además de esto queremos que cada persona que llegue a visualizar o leer el contenido pueda (y quiera) también compartirlo en otras redes sociales, para así crear una cadena de difusión.

A esto debemos añadir que el objeto de la difusión no debe ser siempre el producto en si mismo. Cada vez nos encontramos con más personas interesadas en el proceso creativo o en el día a día de la prestación de un servicio. Esto genera interés en el público por el producto, y también lo mantiene, o incluso, hasta el momento de su lanzamiento.

Quizás se tienda a infravalorar esta parte de la creación de contenidos pero lo cierto es que es una de las más relevantes. La difusión del contenido debe planearse tanto o más que su propia publicación. Establecer nuestro público objetivo una vez más, así como el dónde queremos difundir y de qué manera, va a ayudarnos considerablemente también. A continuación expongo las claves para que nuestro contenido sea difundido:

Medios: la oferta de medios es muy amplia, y va más allá de las redes sociales. Dependerá de los criterios que hayamos elegido previamente, seleccionar un medio u otro. Si tuviéramos que dividirlos en categorías, podríamos hablar de medios propios, pagados y ganados.  Los primeros están constituidos por todas nuestras redes sociales, desde nuestro blog, pasando por nuestra cuenta de instagram, médium o linkedin. En ellos radica el centro de nuestro contenido, y somos nosotros los que llevamos el control de su distribución.

Los medios ganados se diferencian de los anteriores en que están integrados por los seguidores de los medios propios, abarcando comentarios, enlaces, tweets o cualquier artículo que se refiera al producto o de forma directa a nuestro contenido. Este tipo de medios nos permiten generar confianza en el público y una buena imagen de la marca, para ir poco a poco creando una comunidad en torno a ella.

Por último los medios pagados, como su propio nombre indica comprenden todo el contenido por el que se paga. Todo tipo de promociones y anuncios de pago estarían dentro de esta categoría, que quizás esté más enfocada a incrementar el pública y a dar a conocer la marca, en lugar de a consolidarla.

– Formatos visuales: aunque parezca menos importante que el punto anterior las imágenes siempre son, y más hoy en día un gran atractivo en la creación de contenido, y por esta razón debemos prestar atención a su formato usual, esto es el tamaño y colocación de la imagen según el tipo de contenido y el medio en que deseemos insertarla, de esta manera será más fácil de compartir y visualizar por parte de los usuarios.

– Optimización del contenido: o en otras palabras su reciclaje. Ya hemos comentado que es fundamental adaptarse al cambio, y no dejar de actualizar nuestro contenido es otra prueba de ello. La optimización no solo comprende dicha actualización desde el medio propio, sino también su redifusión y ampliación. De este modo, podremos seguir obteniendo nuevo contenido a través de ideas nacidas de otro, y así ir desarrollándolo, creando coherencia y valor al mismo.

La optimización sin embargo no se basa únicamente en el referido reciclaje y ampliación de contenido. Las analíticas serán las que nos indiquen a determinar si nuestros objetivos están siendo o no alcanzados, la variación de nuestro tráfico tras la difusión del contenido etc.

En definitiva, la optimización también se traduce en el seguimiento de nuestra estrategia, lo que permite medir su progreso a implementarla cuando sea necesario.

No hay que olvidar tampoco que la coherencia con otros mecanismos dentro de nuestra estrategia, también es clave. El marketing de contenidos se caracteriza por ser una herramienta muy efectiva para atraer clientes y crear una consciencia sobre la marca sin generar presiones sobre el potencial cliente. No obstante, su lugar en una estrategia general de marketing se encuentra junto a otros métodos igualmente útiles y necesarios para generar una estrategia completa y sobre todo efectiva, de cara a lograr los objetivos que nos hemos marcado previamente. De esto modo, la coordinación entre el marketing de contenidos, y aquel que podamos practicar por ejemplo en redes sociales o en campañas de email no debe ser subestimada.

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